domingo, 18 de febrero de 2018

Entrevistas: Nicolás Andreoli, actor y escritor

Nicolás es un joven escritor argentino que está próximo a concretar su sueño, como la de tantos otros: publicar su primer libro de poemas.
Dueño de una sensibilidad muy particular y una agudeza sin límites para expresarse, en este mes de abril, visita las páginas de La Lupa, contesta nuestras preguntas y comparte con el público su arte: el de combinar las letras y escribir hermosos poemas.
¿Cuándo comenzó tu vocación?
En realidad la vocación es transmitir, las letras son el instrumento. Las conocí en la escuela, pero ahí no nos llevabamos muy bien. Una tarde y una compañera me hicieron brotar el amor, quería contarlo de alguna forma, expresarlo; busqué por todos lados y descubrí que juntando palabras se lograba contar un sentimiento. Lo conté y me enamoré, de mi compañera, de la tarde, y de las letras.
¿Es tu mayor forma de expresión?
Creo que mis ojos lo hacen mejor.
¿Qué expresas con tus escritos que de otra forma no podrías?
Podría, hay mil formas más. Estoy en contra del no puedo, creo, fervientemente, que quien quiere, puede.
¿Escribís sobre tus experiencias?
Todo lo que escribo es el fruto del trabajo de mi mente en mi vida cotidiana, de las caídas y de los vuelos. Escribo lo que aprendo y aprendí que solo tengo lo que doy.
¿Lo manifestás en primera persona o a través de personajes?
De ambos formas, a veces se copan algunos personajes, se ponen a volar al lado mío y me ayudan a contar lo que quiero contar.
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¿Preferís la poesía?
Me gusta la poesía; no la prefiero, la quiero. Con ella se puede hacer posible lo imposible, con ella un sentimiento se hace visible.
Leí algunas línea tuyas, cortitas pero muy efectivas. Hay un filósofo además de un escritor detrás de tus letras.
Hay muchos, están mis amigos. Todos somos filósofos, y aunque no entendemos nada, todos sabemos todo; somos un misterio y vivimos en él.
¿Tu nuevo libro es de poesía o incluye prosas?
Los poemas son en prosa; cosa que descubrí hace poco, yo, los llamaba “textos”.
¿Hay relación entre los poemas o son independientes en cuanto a la temática?
Claro, la vida.
¿Incluye imágenes?
Sí, cada poema tendrá un dibujo y muchos los harán las mismas personas que los inspiraron, tengo la suerte de que en el primer libro de mi vida me acompañen las mujeres más importantes de mi vida; entre ellas amigas y ex novias.
Definime ¿qué es la  la poesía para vos?
Una vez escuché la historia de un nene que caminando por el parque se encontró con un pajarito que hermoso y radiante se posó en su hombro, lo miró, le cantó y al rato voló; el nene corrió a la cocina a contarle a la abuela el gran momento que acababa de vivir, pero estaba atolondrado, emocionado, se trabó; ese día supo que quería ser poeta.
¿Qué expectativa tenés con el libro?
Que despierte mi sueño, el de despertar los sueños de los demás.
¿Además de escritor sos actor?
Sí.
¿Trabajás en teatro o televisión?
Ahora estoy dedicado al libro; trabajé en ambos ambientes, también en radio. En televisión, quizá lo más nutritivo fue pasar por Showmacth, donde jugaba, en una publicidad de dentífrico, a ser un tipo diferente al que soy; y haciendo teatro descubrí quien era, viajábamos durante meses, recorriendo los mejores y los peores lugares, entre amigos, de fiesta, de abrazo en abrazo, en resumen, muchas risa, mucho faso, y pocos problemas. El teatro me hizo vivir eso que algunos pesimistas llaman fantasía.
¿Preferís el drama o la comedia?
La comedia. En un teatro la risa desprende una energía casi tan fuerte como la del sol.
¿Cómo unís tus dos inclinaciones artísticas?
Van de la mano, son íntimas amigas. Mi parte actoral le abrió los ojos al poeta, le mostró que las fronteras de la piel eran solo válidas en el mundo de los ojos.
¿Actúas cuando recitás?
No, pero vuelo, y también eso hago cuando actúo, cuando abrazo o hago el amor.
Compartinos algún poema que desees para los lectores de la Lupa.
Vendrán batallones, feroces y heridos, te dirán que no puedes, que no debes.
Gritarán e intentarán detenerte, te dirán que la meta es imposible, que es muy lejos, que eres muy joven, o aún peor, que estás muy viejo.
Te dirán que el tiempo vuela y que los hombres solo corren, ¡que no saltes! ¡Que no sueñes! ¡Que no asumas el riesgo de vivir!
Te dirán que es tarde o que es temprano, que el hoy del mañana está pisado, que la felicidad es un lugar raro y alejado.
Te dirán que sigas los planes, que el mundo está hecho, que no hay vuelta, que es derecho pero está torcido.
Te pedirán que tengas cuidado, que te mantengas de lado, los besos son contagiosos y los desconocidos peligrosos.
Te dirán lo difícil que es ganar los que no se animan a perder. Lo difícil de soñar los que olvidan despertar. Lo difícil de reír los que no saben llorar. Lo difícil de amar los que creen necesitar.
Te dirán que no escuches, que no mires, que no creas, eso sí, te pedirán que les creas. ¡Es momento de salir! Dejar atrás viejos disfraces y llenarse de coraje. Desarmar las fronteras y armar las maletas, soltar la cuerda y al corazón, darle cuerda.
Es momento de volar, y si es necesario de caer, es momento de aprender, de viajar, de ver el mundo del otro lado del televisor. Es momento de superar los miedos, de despertar y ver que el sueño está ahí, listo para vivir.
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Gracias Nicolás por tu participación en La Lupa
Alfredo Legnazzi

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