viernes, 23 de febrero de 2018

Entrevistas: Fernando Vaschetto “Credulidad”

Fernando Vas es un amigo de la casa, ya que ha pasado por esta página hace aproximadamente dos años. En ese entonces asistí a la presentación de su libro de poemas “A fuego vivo”, en la Biblioteca Nacional. Meses después nos encontramos en la Feria del libro 2016 y mantenemos una comunicación asidua, intercambiando ideas y comentarios sobre nuestros libros.
En este caso, haciendo un giro en su carrera literaria, Fernando debuta con su nuevo libro, una novela titulada “Credulidad”.
Lo convocamos desde La Lupa para conversar nuevamente con él, sobre su nueva obra.
¿Cómo crees que inciden en cada persona, los secretos de familia?
                Escuetamente, uno crece creyendo en lo que le dicen sus mayores, en especial su madre. Si la familia es grande y vive instancias conflictivas (separaciones, rencillas, diferencias económicas) hay mayor probabilidad de que cada componente de la familia involucrada (tío, abuelos etc.) tenga su propia “versión” de la historia familiar que el niño no ha vivido, pues nació luego o era muy pequeño. Los secretos o versiones de los hechos determinarán en gran medida de qué manera el niño se relacionará con su entorno afectivo.
¿Pensás que es bueno descubrir esos secretos?
                “Honestidad bruta” es mi frase preferida, especialmente porque intento aplicarla primero conmigo mismo.
¿Si tuvieras que armar tu árbol genealógico e ir hacia atrás, qué harías si descubrieras algún secreto que no te agrada?
                Todo dato sobre el pasado (familiar o no) nos ayuda a ubicarnos en el presente. El personaje de la novela busca averiguar una verdad que lo confirme o desdiga sobre la apreciación afectiva de sus padres. Yo creo que intentar eso  es saludable.
¿Saber por qué ocurrieron ciertas cuestiones nos ayuda a seguir adelante con más libertad?
                Creo que sí, en especial cuando hay algún conflicto afectivo en la persona: en el caso de Jorge, el personaje principal de “Credulidad”, su búsqueda comienza confrontando a su padre antes de que este muera, y su búsqueda nace de una incomodidad personal que quiere mitigar, siente que debe tener otra versión de los hechos aparte de la de su madre, que le resulta bastante extrema para lo que él personalmente siente.
 ¿Qué tipo de secreto no te gustaría descubrir?
                Que soy hijo adoptado y que mi padre biológico era un represor genocida. Pero es un panorama improbable.
 ¿Si lo descubrís y te das cuenta que no podes solucionarlo, que actitud tomarías?
                Nuestro personaje en realidad no busca solucionar los hechos que ya han acontecido, sino saber a qué atenerse respecto a sus seres queridos. Esa sola intención permite a los demás intérpretes de la historia (su padre, su madre, sus tíos por ejemplo) desempolvar y clarificar una historia común largamente negada, y que en definitiva sólo es un círculo sin cerrar en sus vidas.
Cerrar círculos siempre trae soluciones.
Tu obra viaja en el tiempo hacia épocas de tu adolescencia y tu juventud (Dictadura y guerra de Malvinas). ¿De qué forma en particular, más allá de las implicancias históricas que todos sabemos, te marcó esta época?
                Me enseñó a valorar la democracia, porque fui testigo del terror de estado (aunque era muy pequeño); la libertad de andar por la calle sin temor a la policía y a los militares; a valorar la diversidad, porque fue una época donde todo tenía que ser color “caqui”. Me enseñó a tener memoria, porque sin memoria nos venden cualquier buzón…sino tenés los diarios viejos para verificar y listo. Al personaje lo marcó más profundamente, pues vivió momentos de mucha injusticia y violencia siendo una persona psíquicamente vulnerable.
La historia la combinas con la búsqueda de identidad sexual. Además de esa condición, ¿qué otras características tiene el personaje principal de tu novela?
                El personaje sufre una cierta inestabilidad emotiva que le impide ser feliz, él quiere solucionar eso y recurre a una cualidad innata, que es su valentía, quizás fruto de su candidez natural (de ahí lo de “crédulo”). Es muy curioso, contra toda posible prudencia, y no le importa romper reglas si eso va de acuerdo con sus necesidades interiores: en eso el aspecto sexual no es excepción. En realidad su relación con la sexualidad se va definiendo por sus necesidades afectivas, muy influenciado por la imagen fuerte de la madre y por experiencias traumáticas de su niñez.
¿El título, Credulidad, implica del personaje hacia el entorno, o sea cree en todo lo que le dicen, o es al revés, es una persona creíble.?
                Si fuese lo segundo se llamaría “Credibilidad (méritos de familia)” o algo así jaja. Al inicio de la novela está esta cita:
“Las uvas viejas de un amor en el ‘placard’
son esas cosas que te están amortajando
credulidad, credulidad.”
(Luis Alberto Spinetta)
Hay en juego una historia de amor no resuelta, y la credulidad no es con respecto a cualquiera, sino con respecto a los seres queridos y a todo lo que uno quiere. Es credulidad en el sentido afectivo, quizás también credulidad respecto a lo que manda el propio corazón.
 La credulidad encierra cierta inocencia o ingenuidad. ¿Lo ves así?
                Eso es cierto, como en el caso del niño o del loco. Jorge tiene dentro de sí al mismo niño que era, cuyos hechos se relatan en los viajes temporales de la novela. El reconocerse en ese niño lo hace entender mejor (y al lector) por qué ahora es quien es y hace lo que hace. Esa inocencia infantil es peligrosa en un mundo de mentiras, por ello su viaje es un viaje de aprendizaje personal, en busca del momento en el cual no deba tener fe ni creencia en terceros, sino en sí mismo solamente.
¿Cómo fue transitar de la poesía a la novela?
                La poesía es un hábito permanente, como fumar (mas bien un vicio ja ja). Había escrito prosa anteriormente: algunos cuentos breves (uno mereció una mención en un concurso); una novela corta; una obrita de teatro; y principalmente lo que más me ayudó fue mi paso como guionista de historietas (incluso recibí un primer premio en el Salón de la Historieta de Santa Fe de 1987, junto al eximio dibujante Rubén Giorgis) porque según lo veo yo, un relato debe tener acción, y eso no es sinónimo de violencia, sino de que cada diálogo debe llevar hacia algún lado, y cada cosa que acontezca debe ocurrir de una manera entretenida y atrayente. Prefiero darle al lector las claves para que deduzca lo que pasa relatándole hechos concretos y no explicándolo todo. El autor omnisciente me parece un pésimo recurso.
Una vez que aparecieron en mi cabeza los personajes principales y el conflicto que los relacionaba, lo demás fue seguir el hilo de la trama para ver a donde llevaba. Fue como ir descubriendo la historia a medida que se presentaba. Una hermosa experiencia.
 ¿En simultáneo publicaste otro poemario, “Balbuceando amor”?
                Si, en realidad dos poemarios: “Balbuceando amor” y “Bitácora”.
 ¿Por qué publicaste tres libros en simultáneo?
                A la novela la venía trabajando desde hace unos cuatro años (no es corta: tiene 228 páginas en formato 15X21) intentando subirla a la plataforma “Bubok”, en donde podés vender tus libros tanto en papel como en ebook. También surgió la posibilidad de co-publicar los dos poemarios con una editorial de España, por lo cual viajé a ese país en abril de este año, pero esa edición no llega a la Argentina, así que me decidí también a ofrecerlos en la plataforma de “Bubok”, y una vez preparados los poemarios y la novela para editarlos allí, no costaba nada hacer mi propia edición, así fue que busqué una imprenta conocida  y puse manos a la obra. Con estas ediciones ya voy por los cinco libros publicados: cuatro poemarios (“De vida inicial”; “Fuego vivo”; “Balbuceando amor” y “Bitácora”) y mi primera novela “Credulidad”. Todo esto con recursos propios, pero creo que eso no es lo más meritorio, sino que a mi entender (como lector, no como autor) son muy hermosos libros. De ahí nace el porqué de su publicación: la necesidad de compartir un material que me resulta sumamente gratificante en su lectura.
 ¿Cómo te está yendo con cada uno, cuales son las repercusiones?
                Esta es una pregunta futurista pues los libros aún no salen de la prensa, pero por lo visto, en mis contactos de la red ha despertado una enorme expectativa, por lo cual creo que su presentación en Rosario (a fines de agosto) será todo un éxito. También tengo pensado presentarlos en Santa Fe en setiembre. Pero a mí personalmente me está yendo muy bien con los tres libros, pues los diagramé; maqueté y diseñé por completo, y estoy más que satisfecho con el resultado final: son tres “hijos” hermosos, y muy robustos jaja.
 ¿Cómo hace el lector de La Lupa para conseguir tus libros, los últimos y los anteriores?
                Desde cualquier sitio del mundo pueden conseguirlos on line, tanto en papel (pagando costo de envío) como en ebook (versión pdf, muy económica) en la plataforma de “Bubok” que nombré antes, cuyos enlaces son:

Y de los anteriores solo puedo ofrecer “Fuego vivo” como ebook:
o se contactan conmigo en facebook, buscándome como “Fernando Vas”.
Quiero finalmente agradecer a http://www.lalupacultural.com.ar/
y a Alfredo Legnazzi, amigo y gran escritor, por la oportunidad de difundir mi trabajo. Un abrazo afectuoso.
¡¡¡Gracias Fernando, por tu participación en La Lupa Cultural y felicitaciones por tu obra!!!

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