miércoles, 21 de febrero de 2018

Entrevistas: Milagros Sefair “La línea que divide”

Milagros Sefair tiene una amplia trayectoria en el ámbito literario y periodístico, tanto en nuestro país como en el exterior.
Recuerda haber comenzado a los 6 años. Dentro de los hitos importantes en su vida se encuentra el hecho de haber recibido el premio “Argentina para Italia” en 1990, otorgado por la SADE por su poema “Hasta pronto”.
En 1991 comienza con un proyecto, el de escribir una novela titulada “La línea que divide”, que por causas personales queda postergado, y que retoma en este año 2016.
Mientras tanto, sus logros y trabajos son muchísimos y muy valiosos: Ingresa en la redacción del Diario Bariloche en 1992, es coordinadora de talleres literarios en la Escuela nº 48 Península de San Pedro, es co conductura del programa de FM “Buenos días, Buenas ondas”, es guionista, autora de antología infantiles y posee una amplia participación en eventos culturales. Su amplio curriculum se puede leer en la web.
En este caso, la convocamos para que nos cuente sobre su libro, “La línea que divide” y su temática tan actual.
¿Cómo surgió la idea de escribir una novela con la temática del narcotráfico?
La idea surgió en los 90, por entonces yo tenía cierto contacto con el guionista Argentino Abel Santa Cruz que tenía contratos en México. En sus inicios la novela  fue escrita para ser llevada a la pantalla chica.
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¿Los personajes responden a algún estereotipo en particular fácilmente identificables?
Los personajes principales no, son construidos desde algunas personas que conocí a lo largo de mi vida cuyas vivencias me parecían pintorescas o inverosímiles. Responden a su vez a patrones psicológicos muy definidos. Gabriel y su dualidad. Ángeles creyéndose una heroína. Juana arrastrando una historia triste de los 70 mi país y Juan en busca de un padre incierto, un eterno peregrino.
Pero algunos personajes secundarios están sí basados en historias reales reconocibles en los medios. Como el caso Juliá, el caso Cabezas, el caso Bedoya…
¿El narcotráfico es la historia de fondo o es la historia de amor?
Interesante pregunta. Diría que el amor por encima de las adicciones y el negocio del narcotráfico. El amor como principio y final de todo. De la curación del hombre y su alma.
¿Las locaciones que describís en tu libro son imaginarias o haces referencia a lugares concretos?
Creo que no existen los lugares imaginarios en este tipo de novelas. Recuerdo que cuando escribí el capítulo del VRAEM en Perú, lugar en donde se desarrolla activamente el negocio del narcotráfico, quise ir y mi familia me armó un escándalo. Y dije “pero no sé ni cómo son los caminos que llegan allí”. Sucedió que justo el Dakar pasaba por allí y un documental me mostró los caminos.
¿Por qué postergaste durante tanto tiempo este proyecto?
A principio de los 90¨ trabajaba como periodista en la ciudad de Bariloche, tuve que cubrir un seminario de la DEA. Sospeché que lo que Estados Unidos te vende como lucha contra el narcotráfico es una pantalla para cubrir el mismo negocio y a su vez vender armas y  equipamiento financiado a los países latinoamericanos. También es una forma de invasión y la excusa para mantener el control y la supremacía. Un ejemplo bien definido es la ocupación militar de los territorios afganos por los Estados Unidos, siendo Afganistán el principal productor de la heroína que se vende en Europa ¡Un gran negocio! Pero al mundo le hacen creer que controlan el terrorismo. A partir de esa sospecha de “gato encerrado” la novela se convirtió en una investigación novelada.
¿Viajaste a algún lugar en particular para inspirarte y poder describir en forma realista lo que sucede en la historia?
Sí,  en los últimos años anduve por algunos lugares de Latinoamérica que aparecen en  la novela. Los viajes fueron para enriquecer y confirmar datos.  Principalmente en Perú, Colombia y Ecuador.
¿Qué cambió del proyecto inicial al libro que publicaste este año?
Los personajes de Juan y Juana, camarógrafo y periodista, aparecieron después, recorriendo Sudamérica. Luego les inventé una historia para que pudieran arrancar desde el principio junto con Ángeles y Gabriel. Y hasta tuve algunos inconvenientes a la hora de unificar el estilo. Mi forma de escribir también había evolucionado.
 ¿Crees que una historia de estas características puede afectar la sensibilidad de aquellos que se sientan identificados con los protagonistas?
¡Claro! Mirá, a mi el tema de la droga me fascinó siempre. Cuando yo era chica estaba muy de moda un libro llamado Flash. Lo compré y mi mamá no me permitió leerlo. Pero yo encontré la forma de dar con él y leerlo. Me asusté mucho. Por entonces la palabra droga era aquí como una mala palabra en idioma extranjero. Un tema tabú, sin embargo cuando un adolescente quiere hablar de algo y se lo censura se lo pone en peligro. Hay que entender que un debate guiado por un adulto que sabe y es responsable es de lo más enriquecedor.
¿Qué repercusiones ha tenido hasta el momento, desde su publicación?
Me sorprendió la cantidad de gente adulta que se interesa en el libro. Es una novela fuerte. No es negra pero tampoco es rosa. Me pasó con mi anterior libro Bordeando Abismos que también tocaba el tema. Resulta que vi entonces que las personas mayores de 35, decían “No, esos temas no, para dramas ya con la vida hay bastante”. Sin embargo parece ser que la gente está comenzando querer saber más allá de lo mediático.
¿ Existe la posibilidad de que escribas una segunda y tercera parte y se transforme en una saga?
No, por el momento no lo tengo pensado, más adelante puede ser.
 ¿Cómo te fue e la presentación el 3 de noviembre?
Muy bien. Me quedé muy contenta. Fue una presentación desacartonada, un diálogo abierto al público. Me acompañaron dos mujeres muy inteligentes, Mónica Ávila se encargó del valor literario de mi libro desde su posición en las letras, mientras que Coni Banús tocó el tema de los personajes y su psicología. Ella aparte de ser escritora es psicóloga.
¿El título de la novela tiene un doble significado, es una metáfora o es literal?
Es amplio y metafórico. Simboliza nuestra potestad de decidir  estar del lado de lo que nos hace bien o de lo que nos hace mal. También simboliza el límite que los seres siempre estamos buscando como forma de sentirnos seguros.
¿Cuáles son tus proyectos futuros?
Tengo proyectos a corto plazo. Una novela casi terminada “La mujer pantalla” también muy de personajes construidos sobre patologías mentales, en este caso se trata de la ceguera del amor, pero tomada con más ironía.
¿Cómo hace el público que desee adquirir tu libro?
Por el momento se adquiere en Ferias de Libro, el Municipio de Tigre organizó ya dos y contactándome por e mail (milagrossefai@hotmail.com). Ya para el mes que viene estará en algunas librerías de Tigre y del centro porteño.
https://www.youtube.com/watch?v=QOMxdnJDucE
Gracias Milagros por tu participación en La Lupa Cultural!!!!
Alfredo Legnazzi
Periodista- Escritor

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