jueves, 22 de febrero de 2018

Entrevistas: Luis Alberto García Editor de AQL "el papel es el mejor hogar para las palabras de un escritor".

Como expresé en otras oportunidades, dentro del mundo literario son muchos los componentes que participan para que un libro vea la luz. Sabemos que el punto de partida es el talento del escritor, pero luego se presenta un largo trayecto que comienza por la corrección, el diseño del libro, tanto interior como el de la tapa, los trámites legales, la publicidad y la distribución de la obra.
En todo ese proceso, el editor es el nexo indispensable con el escritor, el que no solo cumple esas tareas que menciono, sino que, además es una suerte de consejero del escritor, al que lo ayuda a calmar sus ansias y sus enormes expectativas.
Es por eso, que comenzando nuestro nuevo año de la Lupa, en este 2017 que promete ser muy movido y repleto de eventos culturales, entrevistamos a Luis García, editor titular de Aql.
¿Cómo fue que decidiste ser editor?
Un punto de inflexión en mi vida. Vi (descrubrí) que existía la carrera en Filosofía y Letras. No estaba satisfecho con mi trabajo en ese momento. Me inscribí. Cursé. La carrera estaba en formación en ese momento (era muy nueva, hasta ese momento no existía un estudio sistematizado sobre esta labor). Algunas materias valían la pena, otras la daban, pero en general si me proporcionaron una serie de ideas sobre lo que es la edición. Lo cual potenciado con el background –siempre fui lector y algo escritor, además de Profesor de Historia– que ya tenía me dieron una buena base. Aunque como los hechos lo demuestran a todo aquel que se haya asomado a esta profesión, el editor se hace. Editando y aprendiendo.
¿Cuál de todas las materias que implica ser editor, es tu especialidad?
Como editor, uno hacer de Lector, Diseñador, Corrector (no corrección de estilo, que es otra cuestión), diseñar y diagramar las obras. Este último punto, diseñar es el que más me agrada. Implica buscar darle una personalidad gráfica al libro, tratar que el texto encuentre, a través del diseño (tipografía, títulos, partes internas, tapa, el paratexto en general, imágenes si es necesario) una expresión gráfica que lo contenga y acerque al lector. En suma, el objetivo de todo editor, aunque en este tema el oficio está en –como dijo Sábato sobre el Arte– que no se note.
¿Hay un estilo Aql o cada libro tiene su independencia estética?
Si bien cada libro es enfocado como una obra individual, una creación original de su autor. Y esa personalidad es la que debe trasmitir la obra, bajo esa diversidad hay una filosofía común, ciertos elementos (como una tipografía básica para el texto) y un cuidado especial para que cada libro sea el mejor que uno puede hacer en ese momento.
¿Qué sentís cuando ingresa un nuevo libro para ser editado?
Entusiasmo, cada libro es un desafío. Al ver el “manuscrito” y sobre todo al hablar con el autor, van surgiendo las ideas que luego permiten definir el libro, diferenciarlo de los demás, y lograr una obra terminada que agrade al autor, atraiga al lector, y deje satisfecho al editor.
¿Cuántos libros editaste ya?
Algo menos de 300.
¿Qué significa Aql (la sigla)?
Cuando comencé a editar lo primero que hice fue una revista literaria, con el objetivo de llegar a todos los protagonistas culturales (Talleres Literarios, Bibliotecas, Instituciones Culturales) de la zona norte (Vicente López, San Isidro, Ballester, Belgrano). Recibía todos los textos que me daban para publicar, seleccionaba y completaba con textos que tomaba de mis lecturas. Esa revista, mensual, que salió de 1998 a 2003 y me permitió conocer a mucha gente y ser conocido, tenía por título ALGO que LEER. Cuando comencé a editar libros, mantuve su sigla (AqL).
Tu editorial está bien posicionada en el mercado. Dentro del ámbito literario de San Martín sos muy conocido,  ¿Por qué crees que los escritores te eligen?
Creo que tengo un cierto reconocimiento, que se asienta en la buena valoración de los libros editados, que son la mejor propaganda. Lo cual da una cierta fluidez a la recepción de nuevas obras de autores que ya publicaron conmigo o bien nuevos escritores que llegan por recomendación de aquellos que ya publicaron con AqL.
¿Lees todos los libros que publicas?
La mayoría. Algunas obras, como un libro de 600 páginas sobre la Antártida, con descripciones científicas y prolíficos datos sobre el tema, es imposible. Pero en estos casos el libro ya me llega revisado y corregido por profesionales. En la medida que el tiempo de, lo leo con mayor o menor detalle, es la única manera de poder editarlo. Un libro se hace de adentro hacia fuera, si se ignora el contenido no se puede darle forma a la obra.
¿Tenes alguna regla o razón por la que no publicarías  a algún autor?
Básicamente si la obra fuera una apología de la violencia, el racismo, la intolerancia o cuestiones similares.
¿Dentro de los títulos que has editado, cual te ha gustado más?
¿Mencionar solo uno? Imposible. San Isidro, algo de nuestro ayer, de José Tirigall (uno de los primeros libros que edité, un libro grande con muchas complicaciones técnicas que me hizo aprender mucho); Juan Manuel de Rosas. Poder, destierro y regreso, de Gerardo Martí (libro monumental, casi 600 páginas, que trata temas poco conocidos sobre la vida de Rosas en Inglaterra); El viento de la conquista, de Eduardo Machicote (cuentos históricos escritos por un enorme escritor que debería tener mayor difusión); El edificio, de Mario Capasso (otro escritor que debería jugar en las Ligas Mayores); Cardiolemas, poemas de Néstor Elias (acompañado por dos CD en que conocidos cantores interpretan sus poemas), De pie sobre las brasas de María del Carmen Poyo Martínez (obra de doble entrada, con poemas de gran fuerza) y muchos más…
¿Cómo ves el panorama literario en la actualidad?
Muy interesante, en cuanto a que no hay una figura literaria dominante, un punto de referencia “vivo”. Abelardo Castillo, no tiene, me parece, aunque reconocido como un  maestro, no es un prócer viviente. Borges dejó puesta muy alta la vara. No sé si será ese el motivo, pero creo que hay una mayor diversidad temática y de estilo. Autores como Guebel, Pauls, Shua, son ejemplos de la buena literatura argentina de hoy.
¿Qué diferencia a Aql de otras editoriales, cuál es tu sello distintivo?
Considerar a cada libro como una creación cuya individualidad debe ser respetada y representada gráficamente, a través del diseño.
¿Tenes libros en proceso o proyectos en curso en lo que va de 2017?
Sí, varios. Libros de Reflexiones (Peregrina del Amor y Peregrina de la Paz, los dos de la misma autora), uno de Yoga (la filosofía), otro de Genealogía y Heráldica, un par de historia, memorias (una historia verdadera que parece una novela, sobre un noble que renunció a sus títulos y propiedades para casarse con una campesina, la hija, que vive en Argentina, escribió la historia de sus padres), otros de filosofía, anécdotas personales, y una antología a punto de salir de imprenta.
¿Qué mensaje le podes dar al escritor que quiere publicar su libros y todavía tiene dudas y quiere hablar con un editor.?
Precisamente ese, que hablé con un editor, conmigo o cualquier otro. Que conozca como es el proceso de edición, y de el paso final para llegar al lector que es lo quiere todo aquel que escribe. Lo esencial en ese camino es llegar al lector, la edición es un medio. Aunque mejor que publicar textos sueltos o fragmentos en diferentes medios (virtuales o no) es publicar una obra –novela, cuentos, poesía, ensayo– completa, y si es un libro impreso, creo yo, mejor. Lo de mejor lo digo no por un interés pecuniario sino porque aunque a la larga (muy a la larga) podrá ser reemplazado por lo digital, el papel es el mejor hogar para las palabras de un escritor.
Gracias Luis, por tu participación en La Lupa Cultural.
ALFREDO LEGNAZZI
PERIODISTA - ESCRITOR

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