Marisa Vicentini nació en 1971, es escritora, oriunda de la Provincia de Buenos Aires y entre sus tantas actividades, es escritora de novelas de terror, un género poco frecuente en mi universo de entrevistados, pero que ha generado mi curiosidad.
Marisa contesta las preguntas de La Lupa.
El terror tiene muchas formas, hay monstruos, hay psicópatas, hay espíritus, hay madres malvadas, cualquiera sea el abordaje es indispensable una buena historia que tenga los condimentos en su justa medida: clima, ritmo, personajes con sustancia, un malo muy muy malo y un desarrollo conciso y coherente hacia el final.
¿Los personajes responden a estereotipos conocidos?
Está trillada la idea del niño que ve espíritus o la chica boba que de repente encuentra fuerzas para luchar contra todo. A mí me gusta crear personajes complejos y reales, cuanto más lejanos del estereotipo mejor, tienen que tener mucha vida interna.
¿Hay una línea de escritura en particular a la que hay que responder?
Como en todo, hay caminos más rendidores, pero creo que hay que escribir con libertad buscando huecos para llegar al corazón de la historia, si no, nos repetimos mucho.
¿Cómo haces para construir la psicología de los personajes?
Una vez que sé lo general, lo que yo necesito para la historia, lo imagino físicamente, a veces los sueño, los voy viendo. Observar a las personas en la calle o a mis amigos me ayuda. Se va sumando un poco de cada cosa hasta que empieza a volar solo.
¿El protagonista de una novela de terror necesariamente ha sufrido o vivido atormentado por algún suceso de su pasado?
Es una buena excusa para ubicar al protagonista en una situación de vulnerabilidad que justifica lo que le pasa. En “El fantasma del rosario” la protagonista pasó por la pérdida de madre e hijo, una historia previa siempre ayuda a despertar la imaginación del lector, pero ese drama en realidad tenía el objetivo de generar incertidumbre y dudas para luego funcionar como enlace y llegar al final cerrando todas las pequeñas historias al margen de la trama principal, no hacer de ella una persona atormentada.
¿Qué te ha llevado o cual fue el camino para llegar a escribir en este género?
Me gusta el género desde que empecé a leer en serio a los diez años, desde entonces nunca dejé de leer terror. Me motiva, me divierte escribir cosas tremendas e irreales y generar miedo en un lector me parece algo delicioso.
¿Cómo se compone tu obra?
Tengo escrita una novela histórica inédita, luego en el 2014 salió a la luz “El Fantasma del rosario” publicada por la editorial Muerde Muertos. Participé en “Mala Sangre”, el primer tomo de la colección de terror de la nueva editorial Pelos de Punta, acabo de terminar una novela de terror que se llama “No mires atrás” y estoy trabajando en un libro de cuentos.
¿Además de pertenecer al mismo género, que tiene en común cada historia?
Creo que nada. Cada texto es distinto, cada historia un nuevo comienzo, cada vez que empiezo algo es como si fuera la primera vez que me pongo a escribir.
¿El Fantasma del Rosario es tu último libro?
“El fantasma…” es mi primer libro publicado.
Mi último libro es una historia de amor y de zombis al estilo antiguo, ¡sin virus contagioso! Veremos qué camino sigue para ser publicada.
¿Cuál es la sinopsis de la historia?
“El fantasma del rosario” es una historia con los ingredientes clásicos de las ghost stories, las que a mí me encanta leer. Hay una casa vieja, una protagonista que investiga los motivos de los sucesos paranormales, un poquito de amor, mucho miedo, una sesión de espiritismo, de todo. De todas maneras, aparte de ser terror siempre me dicen que en el fondo es un policial.
En “No mires atrás” tenemos la historia de cuatro chicos adoptados que se crían en una mansión en Haití donde los sirvientes son zombis. Es un libro escrito en fragmentos que arman la historia global, desde el pasado, el presente y la visión de cada uno.
¿Qué autores admiras dentro del género?
Mis autores favoritos no escriben terror. Leo muchísima historia, ahora estoy con un libro de autores afroamericanos del siglo pasado y con los relatos de los esclavos que huían al norte en Estados Unidos, antes de eso estuve con la historia de los Romanov y la revolución de Haití. Fuera de eso de lo contemporáneo me encanta Joyce Carol Oates a la que leo en inglés porque es fabulosa y luego Nathaniel Hawthorne, Teophile Gautier, leo poesía en inglés… todo muy viejo, me encanta el siglo 19. De terror, leí todo lo que encontré en mi camino, desde Poe hasta Anne Rice, pasando por John Saul (me encanta) y muy poquito de Stephen King entre tantos. Ahora trato de leer a mis colegas que están siendo publicados por Pelos de Punta y Muerde Muertos, hay muchísimo material nuevo que está trepando como si fuera hiedra para salir de lo ignoto a la luz pública de la literatura.
¿Tenés ya un público que te sigue, que espera la aparición de tu nuevo libro?
No tengo consciencia de que alguien me siga, los lectores de El fantasma me han escrito pidiendo más, pero debe ser pura cortesía. Por ahora, los únicos que me siguen son mis tres perros.
¿Qué balance haces de tu participación en la feria del libro?
En la Feria leí un fragmento de mi novela cuando estaba a punto de salir, lo pasamos muy bien con José María Marcos, Patricio Chaija, Pablo Martinez Burkett y el maestro Ramponelli. En la de este año estuvimos junto a Lucas Berruezo, autor de Los hombres malos usan sombrero (Muerde Muertos 2015) firmando libros. Es muy gratificante el contacto con la gente y poder hablar de nuestros libros.
¿Cómo hace el público que quiere adquirir tus libros?
“El fantasma del rosario” se consigue en la página de Editorial Muerde Muertos muerdemuertos.blogspot.com, en las librerías Galerna, Cúspide y Jenny. Los libros de Pelos de Punta se compran a través de la página web www.pelosdepunta.com, donde también está la información de sus puntos de venta.
Gracias Marisa por tu participacion en la Lupa Cultural.
ALFREDO LEGNAZZI
Periodista - Escritor
No hay comentarios:
Publicar un comentario