Bruno Adrian Biondani es un novel escritor que acaba de publicar su primer libro, titulado El suicida.
Aunque sabemos que dentro de la literatura, los significados o acepciones pueden tener diferentes connotaciones, no deja de llamarme la atención y me resulta muy fuerte ese título, por lo que decidimos entrevistarlo para La Lupa y saber un poco más de que se trata.
¿Quién es “el suicida”?
Juan José Padilla, un neurocirujano que decidió dejar su profesión por el suicidio de su novia. Pasan los años pero no recompone su vida, sigue sumergido en la nostalgia y sentimiento de culpa de la pérdida de su novia. Como no puede acabar con su vida, contrata a una empresa.
¿Cómo surgió la idea de escribir una novela sobre esta temática?
Pensé en aquellas personas que no quieren seguir viviendo, que intentan suicidarse y encima fracasan. Son muchos, es un mercado con gran demanda y poca oferta.
¿En qué género lo clasificarías?
Thriller, policial, suspenso.
Leyendo la sinopsis en el evento de la presentación, contás bastante sobre de que se trata, ¿La historia contiene giros inesperados que sorprenden al lector?
Exacto, son muchos.
Por lo que leí, si bien el título parece fuerte, el mensaje es todo lo contrario: Valorar la vida. ¿Lo ves de esa forma?
Sí, desde ya que sí, de hecho hay un estudio que la mayoría de quienes cometen suicidio, se arrepienten un instante antes de morir, pero ya es demasiado tarde para evitarlo. Aunque supongo que quienes lo realizaron le habrán preguntado a las personas que finalmente sobrevivieron. Sino sería muy difícil.
En la novela Juanjo valora su vida, no sólo por encontrarse con un nuevo amor, sino también porque su media hermana, un personaje estrambótico, de golpe le deja su hija a su cuidado. Juanjo toma mucho cariño de ella.
El personaje es una persona depresiva por algo triste que le ocurrió. ¿Crees que para escribir sobre esta temática hay que vivir de cerca sucesos similares?
En primera instancia te diría que sí, especialmente en detalles médicos o fúnebres, pero si lo pienso más detenido, por ejemplo, en mi caso no sería necesario. Anteriormente he imaginado la muerte de seres queridos y he logrado textos muy verídicos. A veces desde lo emocional te destruís porque vivís pesadillas despierto sin la necesidad de tener que pasarla mal, pero bueno, así podes transmitir angustias en el papel.
¿Cuándo va a estar en las librerías?
La realidad que recién la próxima semana se estaría distribuyendo en librerías. La publicación sufrió un atraso, pero bueno todo fue compensado.
En tu página dice que ya está adaptada en formato de guión cinematográfico. ¿Tendremos pronto la película?
Exacto, sería mi gran sueño. De hecho escribí primero el guión y luego lo adapté a novela. Y ahora reescribí el guión hasta incluso cambiar de nombre y la nacionalidad de uno de los personajes principales. Junto a un director y un colaborador estamos formando el proyecto.
¿Considerás que este es el comienzo de una carrera como escritor?
Sí, pero me gustaría añadir la palabra profesional luego de carrera. Vivir de la venta de libros o de mis ideas artísticas sería otro gran anhelo.
¿Tu preferencia es la novela?
También me gusta escribir cuentos, microficciones y guiones. Pero la novela es el mayor desafío porque tenés que ser muy paciente.
¿A qué edad comenzaste a escribir?
A los 21 años, pero a los 5 recuerdo que escribí un cuento de caballeros de la época medieval con la ayuda de mi hermano.
¿Qué sentís al haber concretado el sueño de publicar tu primer libro?
Feliz y disconforme a la vez. Creo que la publicación termina después de que el lector finaliza de leerlo. Igualmente es chocante ver tu nombre en un libro.
¿Tenes más proyectos para escribir en el futuro?
Sí, estoy escribiendo una novela. Con muchos ingredientes históricos y culturales de varios países. No veo la hora de terminarla, estoy ansioso y orgulloso. Creo que a mi papá le va a encantar.
¿Querés transcribir un breve párrafo del libro para que los lectores puedan apreciar tu forma de escribir?
Dale:
"La espuma salpicada de pelos tapó la cañería. El agua subió rápidamente hasta rebalsar el borde. La cascada bañó mis pies y sentí un candente hormigueo en los tobillos. El vapor pareció secar mis arrugas. Limpié mis mejillas y barbilla. Miré a los ojos a aquel joven soñador, iluso, que pensaba encontrar todas las respuestas para sus impacientes interrogantes, aquel que no se dejaría vencer por el ocio, aquel que creyó amar. Mis dedos seguían aferrando la navaja. Me desafiaba a mí mismo con la mirada. El eco de su risa silenció la canilla. El vapor empañó su rostro. Acerqué la navaja, hasta sentir su frío en mi cuello. La navaja resbalaba en mi garganta, todavía quedaba jabón en el filo, lo removí y apareció nuevamente su mirada, que me desafiaba, que me alentaba a presionar un poquito más, sólo un poco. Un hilo rojo separó en dos la espuma. Basta de cicatrices…
Esta es la página web del autor:
http://brunoab83.wixsite.com/elsuicida
Gracias Bruno por tu participación en La Lupa Cultural
ALFREDO LEGNAZZI
Periodista Escritor
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